EE. UU. avisó a finales de la semana pasada que un ataque de Irán hacia Israel era inminente. Dicho y hecho: el sábado por la noche, Irán lanzó más de 300 drones, misiles balísticos y misiles de crucero desde su territorio derechito hacia el territorio israelí (un misil balístico viaja con una trayectoria definida, a gran altura y velocidad; un misil de crucero viaja a poca altura y se puede maniobrar durante toda su trayectoria).
En Israel sonaron todas las alarmas y la gente se puso loca buscando refugio, pero entre el domo de hierro (el sistema que tiene Israel para detectar, interceptar y destruir misiles) y la ayuda por aire de EE. UU., lograron detener el 99% de los misiles. Solo un par lograron caer, pero no hicieron daño y no mataron a nadie. Se estima que esto le costó a Israel cerca de 1,000 millones de dólares.
A pesar de que son enemigos a muerte, esta es la primera vez que Irán ataca directamente a Israel. Ellos se viven atacando indirectamente, con ciberataques o asesinatos no oficiales, e Irán baquea a los grupos rebeldes de la región como Hamás, Hezbolá, la Yihad Islámica y los Hutíes de Yemén; pero así, dizque misiles directo de un país a otro, nunca. Por eso, los temores de que esto desate una guerra regional (o más allá de la región) están más vivos que nunca. Pero que no panda el cúnico, que eso no es tan así.
No siempre fueron enemigos
Israel e Irán eran aliados. De hecho, Irán fue uno de los primeros países de Medio Oriente que reconoció a Israel como estado, y siempre llevaron la fiesta en paz. Pero en 1979 llegó la revolución islámica a Irán, y lo primero que hicieron fue romper las relaciones diplomáticas. Para el régimen iraní, Israel no tiene derecho a existir y sus gobernantes le llaman «el pequeño Satán», por su alianza con EE. UU., que es «el gran Satán».
Ambos países luchan por la supremacía en la región, e Irán busca apoyar a todos los países vecinos que tengan algo contra Israel. Todo eso empeoró con el ataque de Hamás a Israel en octubre pasado, y la feroz respuesta de Israel hacia Gaza y los palestinos.
Irán: ¿riesgo calculado o suicidio sin calcular?
Todo indica que lo que hizo Irán fue mucho más espuma que chocolate. El ataque fue moderado, tomando en cuenta lo preparado que está Israel para detener este tipo de ataques. Además, Irán dice que esa fue su respuesta al ataque a un edificio que funcionaba como su consulado en Siria hace unas semanas, en el que murió un alto mando de la Guardia Revolucionaria. Después dijeron que si no había respuesta, daban ese asunto por terminado.
Israel: todo está en tus manos
Israel dice que responderá «con fuerza», pero a su debido momento. El gran temor siempre es que se metan las grandes potencias. Israel es el niño mimado de EE. UU. y sus amigos en la región, e Irán usualmente cuenta con el apoyo de Rusia. Pero aunque EE. UU. piensa apoyar a Israel indirectamente, ya le avisó que no se va a meter de lleno; además, ya hoy en día no es como que los gringos pueden meterse en todos lados sin pensarlo mucho, porque ya no dominan el mundo como antes. Rusia, por su lado, está muy ocupada en Ucrania como para meterse en otro lío.
Así que todo dependerá de lo que haga Israel, cómo lo haga y con qué fuerza. Por el momento, el mundo está llamando a la calma y la ONU y el G7 llamaron a reuniones de emergencia, porque entre lo de Gaza, las fuerzas rebeldes de la región, y ahora esto, Medio Oriente (y el mundo) está a ley de que explote una vejiga para que se arme la de Caín.