Hay que hablar sobre el informe de derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos. La parte que tiene que ver con Haití, que es el tema principal porque es mencionado 60 veces en las 48 páginas del informe, es muy parecida a las que han llegado desde la ONU y Amnistía Internacional (que, por cierto, volvió a atacarnos con lo mismo en su informe anual del 2023).
Pero resulta y viene al caso que este informe anual del Departamento de Estado, que se hace desde 1977 y en el que los gringos evalúan a los otros países (pero no a ellos mismos), no solo tiene que ver con migrantes, sino con todos los derechos humanos en el país. Cabe destacar que la misión diplomática de cada país (o sea, la gente de la Embajada y el Consulado de EE. UU.) es la que redacta el informe, o sea que se supone que es en base a lo que ellos ven en el terreno.
¿Qué salió?
Primero lo de los migrantes: el informe habla de la expulsión masiva de haitianos y los descendientes de haitianos que no tienen papeles ni aquí ni allá; también los maltratos y abusos durante las deportaciones, e incluso muertes sin explicación durante esos operativos; devolución o negarle la entrada a personas sin darles oportunidad de pedir asilo; discriminación, racismo, etcétera, etcétera.
Algunas de las otras cosas que nos afectan a todos, sin tener que ver con temas de nacionalidad, son los maltratos a la comunidad LGTB+, las tristes condiciones en las que están las cárceles del país, y la corrupción del gobierno. O sea, lo mismo que sale todos los años.
Pero más duro
O al menos así pareciera por la reacción del gobierno. Aunque dizque viene una respuesta oficial por los canales adecuados, el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, tiró un comunicado diciendo que el gobierno se quedó «asombrado por el tono agresivo e infundado del informe, porque ni refleja la realidad ni la linda amistad que tenemos con EE. UU. Pero, ¿sabes quién no está sorprendido? Carlos Rubio.
Y si eso es aquí
Imagínate en Haití, donde el mismo informe habla de que allá, además de las violaciones y asesinatos de todas las maneras posibles, se vieron actos como el canibalismo y la carnicería de humanos. Justo ayer, un informe de Unicef también dijo que entre el 30% y el 50% de las bandas armadas ya han reclutados niños soldados, que no solo tienen que sufrir las brutalidades, sino participar de ellas.
