¿Cuál es el asunto con esta guerra?

Por si no te habías dado cuenta, o el caso de Odebrecht ha consumido todo tu tiempo, Siria está en una guerra civil. Si te suena Assad, ISIS, rebeldes, Trump, bombas… y la madre de todas las bombas… no estás solo/a.

Suave… ¿Cuál es Siria, y quién es al-Assad?

Siria es un país del medio oriente, y muchos de esos países no tienen gobiernos muy democráticos que digamos. Bashar al-Assad es el presidente, quien está en el poder desde el 2000. Antes de él, el presidente era… su papá, quien humildemente  duró sólo 29 años siendo presidente. Al-Assad papá, murió en el 2000; al-Assad hijo, “ganó las elecciones” con un 99.7% de los votos. Lo que no se sabe es si solamente permitieron votar a la familia.

“And what is… Aleppo?”

Por si, como el candidato presidencial Gary Johnson, no sabes lo que es Aleppo, es la segunda ciudad más importante y poblada de Siria, después de su capital, Damasco. La batalla de Aleppo por el control de esta ciudad fue una de las más grandes dentro de la guerra, y sigue siendo donde se pelea mucho.

La estrategia de al-Assad para ganarle a los rebeldes por el control de Aleppo es hacer “el cerco de Aleppo”, en el cual aunque no controlen la ciudad, la tienen rodeada y no permiten la entrada de ayuda humanitaria y limitan todas las raciones que le envían.

En septiembre del 2015, Rusia hizo ataques aéreos contra los rebeldes, quitándole todo el momentum y ayudando a al-Assad a retomar el control de Aleppo.

La foto del niño ensangrentado sentado en la ambulancia fue en uno de los ataques de esta ciudad

¿Pero cómo comenzó este pleito?

La guerra civil de Siria tiene sus inicios en la “Primavera árabe”, y no en la que crecen las flores.

La Primavera árabe fue la época de alrededor de 2 años que comenzó a final del 2010, donde una ola de revoluciones en muchos países del norte de África y el medio oriente buscaba algunas cositas básicas, como libertad de religión, democracia, y romper el comando de líderes opresores.

¿Y qué hizo?

Países como Tunisia, Egipto, Libia y Yemen lograron sacar sus gobernantes (como Mubarak y Gaddafi). Pero no todas las revoluciones corrieron la misma suerte.

Como por ejemplo…

Siria. En el 2011 los rebeldes que intentaban sacar al gobierno de al-Assad fueron atacados, y de aquí nace el Ejército Sirio Libre, y comienza oficialmente la guerra civil.

Mientras la guerra va creciendo e inocentes siguen muriendo, se va creando el real arroz con mango. EE. UU. no se mete directo con la guerra, solo quiere pelear contra ISIS, aunque es #TeamRebeldes. Rusia es #TeamAssad, y aunque dice que quiere pelear contra ISIS, su real pelea ha sido contra los rebeldes (como si hubiera más razón para EE. UU. y Rusia ser ene-amiguitos).

Al arroz con mango le siguen echando sazón otros países deI área, como Irán por ejemplo, que quiere ayudar a al-Assad, entonces otros países ricos por petróleo tratan de ayudar a los rebeldes mandándoles dinero.

¿Dijiste ISIS?

Por ahí va la cosa. ISIS pelea también contra los grupos de rebeldes, lo que le conviene a al-Assad, entonces ha dejado tranquilos a estos extremistas. En el 2013 era Al-Qaeda el grupo principal, pero un grupo de militantes tuvieron unos chismecitos internos en Siria, entonces se separaron y por ahí es que comienza ISIS a tomar fuerza.

Pero al-Assad, como genio malévolo al fin, comenzó a liberar yihadistas de la cárcel, planeando que se unirían a los rebeldes, que entonces haría que fuerzas externas no le den soporte a los rebeldes, ya que dentro de la política de EE. UU. y otros países está no ayudar grupos con extremistas.

Ok, dime del ataque químico entonces

Al-Assad hizo un TBT. En el 2013 el gobierno atacó la ciudad de Ghouta (en las áreas controladas por la oposición) con cohetes de sarín, un compuesto químico que ataca el sistema nervioso. En este ataque murieron como 1,000 personas, y 3,600 hospitalizados.

El gobierno de Obama propuso intervenir ante este ataque pero nunca se dieron permiso en el congreso. Al acuerdo que llegaron con Siria fue que al-Assad iba a destruir todas las armas nucleares que tenían. Parece que se colaron algunas.

Repitiendo la historia

El pasado 4 de abril, el gobierno sirio lanzó otro ataque químico en un área controlada por los rebeldes, en el que murieron más de 100 personas, incluyendo más de 20 niños. Al-Assad niega que hayan sido ellos y que fueron los enemigos que hicieron esto para hacerlos ver como los malos. Rusia, que son #TeamAssad, también lo niega. ¿Quién no le cree? Básicamente el resto del mundo.

¿Y Trump… qué pinta?

Trump, quien tiene una posición por día de la semana, había dicho que EE. UU. debía quedarse fuera de la guerra de Siria, enviando una señal de que al-Assad se debería quedar en el poder, y echándole leña al fuego de sus vínculos con Rusia (porque acuérdate que Rusia es #TeamAssad). Entonces el ataque pasó. Otro día, otra posición.

UU. lo tomó ligero y soltó 59 tomahawks en Siria, en las bases aéreas de donde salieron los cohetes del ataque químico. Esta fue la primera intervención militar de EE. UU. contra el régimen de al-Assad.

El ahora exsecretario de prensa de Trump, (Melissa McCarthy) Sean Spicer, comparó a Hitler con al-Assad. Casualmente dijo que “ni Hitler usó armas químicas”. Porque aparentemente los judíos y las cámaras de gas no cuentan. Pata. Metida.

Y la Madre de Todas las Bombas

En un tema no-relacionado con Siria (sí, claro), el pasado 13 de abril, EE. UU. usó por primera vez la MOAB: Mother Of All Bombs (en verdad es Massive Ordnance Air Blast, pero el apodo es más interesante). Esta es una bombita ligera: la más grande bomba no-nuclear del arsenal americano. Es de 11 toneladas, y tiene que ser cargada y soltada por un avión de carga, pero con un paracaídas para reducir la velocidad y darle tiempo al avión salirse del área para que no se lo lleven también.

La bomba fue soltada en Afganistán, no en Siria, y la misión era destruir los túneles subterraneos usados por ISIS (y de paso mató 94 militantes del grupo), nada que ver (directamente) con al-Assad y Siria. Pero como al-Assad ha dejado a ISIS tranquilo para su propio beneficio, entonces tiene alguito que ver una cosa con la otra. Esto también le manda una señal al mundo de que EE. UU. está dispuesta a hacer más.

Y la solución es…

Solo si fuera así de fácil. Esta crisis humanitaria ha dejado más de medio millón de muertos y creó el problema de los refugiados (Siria no es un país muy hospitalario que digamos, y la gente anda buscando mudarse).

Nadie tiene un gobierno perfecto, pero un gobierno que ataque a su gente con armas químicas no debe de andar entre los mejorcitos.

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