Los medios de comunicación andan con un solo miedo por el avance que ha tenido el proyecto de ley que busca regular el derecho a la intimidad, ya aprobado por los senadores y que ahora está en manos de los diputados. 

Desglósame el asunto

El proyecto propuesto por la senadora de Bahoruco, Melania Salvador, en los artículos 5 y 8 es de lo más bonito cuando explica sobre los derechos a la intimidad, al honor, el buen nombre y a la propia imagen; y que la violación a los mismos debe sancionarse. En principio, hasta suena razonable cuando en el artículo 9 dice que esos derechos no se violan si es un juez que está tomando una decisión en un juicio; si se trata de diputados o senadores ejerciendo sus funciones; o en las reseñas periodísticas que se hagan durante las sesiones públicas del Congreso Nacional.

El maco está en el artículo 10 sobre el «Consentimiento Informado Previo» que, como te lo imaginas, lo que establece es que hay que pedir y obtener el permiso de la persona antes de poder usar su imagen; además dice que se estaría violando el derecho a la imagen si le tiran fotos o videos y usan eso para algo más que no sea compartir una noticia sobre el lugar o evento.

De macos a chivos

Melania defiende su proyecto diciendo que el mismo no busca amordazar a nadie sino cuidar la dignidad de la gente, y que si hay que arreglarle algo se haría en la Cámara de Diputados. Pero el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y la Sociedad Dominicana de Diarios (SDD) no están por coger esa y rechazaron el proyecto, porque entienden que es una amenaza a la libertad de expresión y tiene ambigüedades. Por ejemplo, la prensa podría verse en un buen lío legal si publica información, imágenes o vídeos de políticos y funcionarios sin su previa autorización.

El presidente de la SDD dijo que estos aspectos no se pueden dejar de forma genérica porque abren a gobiernos autoritarios. El presidente del CDP, Aurelio Henríquez, explicó que, aunque es verdad que ahora mismo existen medios que se pasan en su derecho a la libertad de expresión, cada uno es responsable de lo que dice y debe enfrentar cualquier consecuencia según los mecanismos que ya existen.