¿Has escuchado hablar del «síndrome de La Habana»? Eso no es una enfermedad que le da al que visite la capital de Cuba, sino que se le llama así a los síntomas que reportaron unos diplomáticos estadounidenses en la embajada de allá en el 2016. Los afectados describieron unos mareos repentinos, con fatiga, dolor de cabeza y pérdida de memoria. Todo después de sentir unos «ruidos raros» y una sensación de presión fuerte. Algunos lo describieron como la sensación que tienes cuando se te tapa el oído, pero multiplicado por 10.

Un misterio total

Episodios parecidos comenzaron a ser reportados en otras partes del mundo, y aunque los investigadores y políticos han estado intrigados sobre qué podía ser, se ha hablado de una especie de arma sónica o de una energía dirigida o microondas disparadas directamente a los oídos de las víctimas. 

Te escucho desde lejos

En un principio, Trump, que era el presidente, acusó a Cuba. Obviamente, los cubanos lo negaron. Han salido algunos reportes después de eso, pero ninguno concluye qué exactamente fue, o quién. Hasta ahora, que según una investigación que hicieron The Insider (un medio especializado en las cosas de Rusia), Der Spiegel y el programa 60 Minutes de CBS, tienen fuertes sospechas de que quien ejecutó estos ataques fue una unidad específica de inteligencia militar rusa, que se llama Unidad 29155 de la inteligencia rusa. A esa unidad es que se le achaca el intento de envenenamiento de Serguéi Skripal, un exoficial de inteligencia que trabajó como espía para Reino Unido.

Además, dicen ellos que el ataque de La Habana no fue el primero, porque incidentes similares podrían haber pasado un par de años antes en Frankfurt, Alemania. Después de ahí, ha habido otros reportes en países como Austria, China y hasta en el mismo Washington. Lo que no saben es cual es el «arma acústica» que habrían usado, aunque sí se sabe que no mata (hasta ahora). Lo que sí está en duda es si deja daños cerebrales permanentes.