El Poder Ejecutivo pidió 114,000 millones de pesos más para cuadrar el año (gran parte para los subsidios). El Ministerio de Educación tenía 231 mil millones para el año, y de esos se le estaría quitando unos 4250 millones que el gobierno reubicará para otras cosas. Las partidas que bajarán serían: servicios técnicos pedagógicos, servicios de educación primaria para niños de 6 a 11 años, servicios de educación para adolescentes de 12 a 17 años, servicios de bienestar estudiantil y para las instalaciones escolares seguras, inclusivas y sostenibles. 

¿Para usarlos en qué?

Hay 12 instituciones del Poder Ejecutivo que necesitan más cuartos, y también varios Ministerios como Turismo, Interior y Policía, Defensa Juventud, la Mujer, la Procuraduría, etc. Y según el PLD, una tajada de esos fondos (1831 millones) irían a «estrategia, comunicación y prensa de la Presidencia». O sea, a propaganda del gobierno. Eso está por confirmarse, así que en el Congreso formaron una comisión especial para analizar al detalle. Se supone que hoy se reunirán varios técnicos del gobierno con los legisladores para discutirlo.

¿Y el 4%?

Ahí entramos en aguas profundas. Recuerda que hace 10 años, después de una movilización enorme de gente y medios, finalmente se aplicó lo de asignar como mínimo el 4% del PIB para el Ministerio de Educación, o en su defecto, el 16% del Presupuesto General de la Nación (Ley General de Educación 66-97). Con esta modificación al presupuesto complementario, Educación terminaría usando menos del 4% por segundo año consecutivo. 

Ahora hay un debate abierto sobre si es inconstitucional o no bajarle al 4% de Educación. Pero la otra pregunta es si ese 4% se está usando bien, y en verdad los números dicen que no. Por poner ejemplos: dicen los de la ADP que hay 300,000 estudiantes que no han podido entrar a la escuela por falta de aulas. Y la peor muestra de que ese presupuesto no se ha sabido usar bien por ningún gobierno es que todavía seguimos como el mofle en los indicadores de Educación a nivel internacional. Dijo Alfredo Pacheco que al final el 80% del dinero se usa en nómina y en publicidad, o sea que en vez de poner un 4% y ya, lo que hay es que reestructurar bien el gasto.